Adaptación y flexibilidad
Reflexionando últimamente acerca de mi trabajo, de mis motivaciones, de la inestabilidad de lo que a veces crees estable, del hecho de ser un trabajador por cuenta propia, un freelance, un autónomo
—por el régimen especial al que cotizamos y que apenas nos da derecho a nada
— un mercenario de las traducciones, un profesional liberal (es la casilla que tengo que marcar en las encuestas, normalmente dirigidas al consumo de algún producto tecnológico...), me doy cuenta de que una de las características imprescindibles que debe tener un autónomo es la de adaptabilidad a un entorno en constante mutación... mutación forzada, en gran parte, por nosotros mismos.
En este asunto, como en muchos otros, deberíamos volver la vista más hacia la Naturaleza, o hacia el Arte, ese melindroso sucedáneo de aquélla. En una de sus instalaciones, el artista conceptual
Hans Haacke pretendía simular las “condiciones de un organismo vivo que reacciona de manera flexible a su entorno”.
¿No es eso lo que deberíamos hacer todos”
Más características del trabajador autónomo en este
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