El sonido de las palabras
El clic-clac del ratón cuando te escribo, el crujido de tus pasos en la madera y el rumor que dejan las palabras en las noches de luna llena... La gran fábrica de mitos actual, la publicidad, apenas utiliza las palabras si no es para embaucarnos, para seducirnos con pequeñas inyecciones de color que se clavan directamente en la zona más impresionable de nuestro cerebro, la más pegada a la cartera.
En La seducción de las palabras, Álex Grijelmo, escribe: "Quien logre dominar las sutilezas de los sonidos habrá adquirido un poder intransferible, para crear belleza y para expresarse con eficacia".