No sólo hay que tener en cuenta el lenguaje simbólico de las barras de energía, mapas, radares, etc. sino el propio lenguaje verbal del narrador y personajes, a veces soez y blasfemo, otras sofisticado y técnico. Ejemplos de este tipo de lenguaje son las expresiones de tipo interpelativo: breves, sencillas y cargadas de una gran expresividad (“eres picadillo”, “eso tiene que doler”, “ahora vas a ver”), recurriendo muchas veces a palabrotas como "joder", "coño", "hijo de puta"... El tiempo verbal más utilizado es el imperativo, y los contenidos empleados son, muchas veces, de tipo militar (expresiones de mando o de sumisión, según sea el caso: “Adelante muchachos”, “Por fin un poco de acción”, “Esperamos órdenes”). Los personajes tampoco suelen hablar entre sí, sino que se limitan a recibir instrucciones, lo que también favorece esta especie de jerga militar.
Y como “el lenguaje construye la realidad”, en los videojuegos nos encontramos con un lenguaje maniqueo, de buenos buenísimos y malos malotes, de vencedores y perdedores.
Para los que no somos muy aficionados, una buena manera de sumergirnos en la atmósfera y saber por dónde van los tiros ("nunca mejor dicho") es bajar versiones demo de juegos. Por ejemplo, en el sitio Solo Juegos, sección Descargas. Otros recursos interesantes son el libro Game Writing y el PDF Libro-videojuegos.
Foto de Pride Booster
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