¡Horror, la barra de Trados acaba de desaparecer!
Agobiado por la presión de dos trabajos que tengo que entregar después de semana santa, me pongo a buscar en Internet como un poseso... ¡Era lo que me faltaba, pringando en casa y desaparecido para todos y ahora de repente la barra de Trados desaparece!
Después de intentar bregar con las soluciones que me proponen en Google, del tipo de no sé qué de plantillas y complementos y de archivos .dot... ¡Ni flores! y conociéndome como me conozco, ya preveo algo peor que la muerte.
Es entonces cuando se me ocurre mirar para mi gato, que dormita plácidamente al lado del ordenador... hasta que por fin recuerdo la solución a la que recurro en estos casos de vida o muerte: hacer una restauración del sistema.
¡Uff!
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