No es fácil volver a bloggear después de estos dos meses de “vacaciones”.
En realidad han sido dos meses de trabajo intenso y, por momentos, asfixiante –¿o fue el calor el asfixiante?–. Ahora, de repente, oigo por la ventana que el verano se ha marchado de repente y la ola de trabajo por fin ha cesado y me encuentro como expectante, sin saber muy bien qué hacer. Sorprendido ante esta ociosidad.
Es lo que tiene la libertad.
Cojo un libro de poemas para no dejarme arrastrar por el vértigo del tiempo.
Necesito un ancla.
Recette
Prenez un toit de vielles tuiles
Un peu avant midi.
Placez tout à côté
Un tilleul déjà grand
Remué par le vent.
Mettez au-dessus d’eux
Un ciel de bleu, lavé
Par des nuages blancs.
Regardez-les.
Poema de Eugène Guillevic
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