Las lenguas, mucho más que un simple vehículo de comunicación, son la expresión profunda de cada individuo y de cada pueblo. Por supuesto, en un mundo lleno de convulsiones y constantes movimientos “tectónicos”, esta pulsión íntima del lenguaje choca frontalmente contra el espíritu de globalización y su caballo de Troya: el inglés americano.
Pero si la vida es como la Bolsa, ¿qué le ocurrirá a la “lengua-dólar" cuando los chinos empiezan a abrir sus propios Chinese Council en Nueva York?
Más sobre este tema en la serie de artículos La Bataille des langues
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