¿Qué hacer cuando un dólar vale lo mismo que 50 céntimos de euro? ¿Alguno de vosotros sigue cobrando en dólares? Yo conservaba a un cliente que me pagaba en dólares desde aquella feliz época de la paridad, allá por el 2002, hasta que me di cuenta de que estaba trabajando el doble o cobrando la mitad por el mismo trabajo.
Está bien, haces un buen trabajo, te realizas como profesional, ¿pero no te realizarías más traduciendo cartas de apadrinamiento de niños para una ONG?
Así que tras plantearles cobrar la misma cantidad pero en euros y ellos negarse a hacerlo, he decidido romper nuestra relación de trabajo –la primera vez que lo hago por culpa de un factor externo–.
¿Alguno de vosotros ha tenido alguna experiencia similar?